viernes, 6 de abril de 2012

Stefan Zweig: Mendel el de los libros

Este pequeño y precioso libro se concentra en la mínima historia de un librero judío durante la Viena de la Gran Guerra. Jakob Mendel tiene una retentiva casi tan extraordinaria como la de Funes el memorioso pero, a diferencia del personaje borgiano, su capacidad no es una desgracia, sino un don del cielo. Amurallado frente a la realidad por sus queridos libros, pasa treinta años trabajando en una mesita del café Gluck. Sin embargo, una casualidad absurda termina con su encierro, cuando sea acusado injustamente de espionaje durante la guerra.
En 1929 Zweig imagina una fábula sobre la progresiva destrucción de un mundo, el del humanismo, encarnado en un pobre hombre enamorado de la cultura. La aniquilación de la memoria, del hombre y de sus libros, quizá fue un tema que atrajo al judío Zweig. Y toda la historia parece converger en esta redonda frase final que parece rebelarse contra las enseñanzas del Eclesiastés:
"Los libros sólo se escriben, para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido."

Stefan Zweig: Mendel el de los libros, Barcelona, Acantilado, 2009 (trad. Berta Vias Mahou)